lunes, 25 de agosto de 2014

Primeras impresiones de "Comienzo" de Efecto Mariposa

No lo puedo negar. Llevaba mucho tiempo esperando para escuchar el nuevo disco de Efecto Mariposa. Sus últimos trabajos se habían convertido en banda sonora indispensable de mi vida, y al escuchar por primera vez su último álbum, Comienzo, he tenido la sensación de volver a vivir todos aquellos momentos que su música había acompañado en el pasado. Hace hablábamos de cómo sonaba "Ahora" y analizamos los últimos singles del grupo, puedes recordarlo aquí.
Efecto Mariposa no ha esperado a Septiembre para regalarnos su regreso, y yo doy las gracias. Quizás hace falta masticar un poco las nuevas canciones para hacer una crítica más justa, pero no puedo reprimir mis ganas de hablar de Comienzo desde el primer día de escuchas, recuerdos evocados y la magia de Susana, Frasco y Freddy de vuelta a tus altavoces y auriculares. (Como es muy pronto para tener los audios en YouTube, si pinchas en las fotos te redirigiremos a Spotify para que disfrutes de la música de estos malagueños).
La sensación global que deja Comienzo es la de un trabajo mimado que busca recoger todo lo bueno de 40:04 y darle una vuelta de tuerca con la personalidad del grupo. He escuchado la canción que da título al disco y me ha dado un vuelco el corazón con todo lo que “Comienzo” significa, con la emoción que da que en este nuevo principio Efecto Mariposa nos siga haciendo partícipes y nosotros a ellos a través de vidas y canciones.


Hay que destacar el papel de “Ruido”. Me ha recordado mucho a “Hoy No Entiendo de Nada” (y eso que no se parecen en nada), pero parece un sucesor reinventado con otro sonido y otro estilo que recuerda que Efecto Mariposa es una fórmula única sin fecha de caducidad y digna de redescubrir.

“A La Deriva” es probablemente la canción que me ha pescado completamente en este retorno. Tengo la costumbre de buscar parecidos y de dejarme llevar por relaciones musicales en mi cabeza, y esta canción me ha sonado muy a Amaral, pero con un gusto exquisito de lo mejor de Efecto Mariposa. Dan ganas de dejarse arrastrar por la marea en esta poesía al infinito y a la incertidumbre.

Después del anterior tema, llega “Nunca” y te arrebata el corazón. Nostalgia, impotencia, dulzura y algo de catarsis en este viaje temporal. Quizás nuestros conceptos de “nunca” y de “comienzo” tienen más que ver de lo que imaginábamos.

“El Enemigo en Casa” es la canción para pasar página. Sin enfados y sin malos rollos, es un canto a que la vida sigue adelante con optimismo, a pesar de la tristeza de aquello que salió mal. Sin duda alguna, un contraste claro con el resto de temas.

Cerramos esta reseña con la carta de despedida del disco. “Jóvenes para Siempre” es un “hasta pronto” perfecto para los que escuchen el álbum completo, es un deseo, una expectativa… Quizás un consejo, porque si hay algo que nos dejará ser jóvenes de verdad es eso de no perder el amor a la música.

Si por mí fuera destacaría todo del álbum con sus pros y sus contras, pero lo que importa es que lo escuches y te impregnes de sus acordes. Hoy me he quedado con todo esto, pero en una semana de estas impresiones me quedaré con lo que adoro a Efecto Mariposa. ¡Disfrutemos ahora! Porque en Septiembre vienen más estrenos y no tendremos tiempo en los auriculares para todo.

jueves, 7 de agosto de 2014

Un puñado de canciones para ti en "Begin Again"

No sé muy bien si este post va sobre música o va sobre cine. Muy probablemente esto que vais a leer sea una entrada sobre cosas de la vida.
El pasado 1 de agosto se estrenaba en los cines de España la película Begin Again, precedida por críticas muy positivas que ponían el film en lo más alto de las propuestas cinematográficas del verano. Decían que era lo más de lo más de las comedias románticas y yo fui a verla consciente de que tanto halago podía decepcionarme, pero convencido de que si una comedia romántica decente llegaba a la cartelera tenía que verla en una butaca de cine.
Para empezar quiero aclarar que Begin Again no es ni una comedia ni una película romántica. Básicamente me vendieron una cosa que no encontré… Pero tuvieron la suerte de presentarme algo que me cautivó de igual manera. Más que una película, el proyecto que podéis ver en las grandes pantallas estos días es un cruce de caminos típico de nuestro día a día dando paso a una composición exquisita de una banda sonora que te engancha.
Muy probablemente no fui capaz de prestarle atención a la película porque estuve todo el rato pensando en que tenía que volver a casa y escuchar todas las canciones de su banda sonora. Keira Knightley ha pasado de la piratería para regalarnos música en estado puro. Su voz en las letras apropiadas es todo un descubrimiento. Y es que hay que destacar que el acierto de esta banda sonora radica en letras sencillas de cosas cotidianas, quizás las canciones que todos hemos deseado escribir.

Por otro lado tenemos a Adam Levine. Para los que somos fans de ese toque inconfundible que tiene Maroon 5, su aparición en la película le dará el punto adictivo a la música de la que solo querrás más y más. Aunque si no soportas el grupo… quizás acabes contento con el papel que le han dejado a Levine.
La película nos regala momentos que nos hacen amar la música más de lo que ya lo hacíamos antes de entrar a la sala de cine. Si no te había sucedido antes, desde que la veas por primera vez no volverás a sentir tus auriculares de la misma manera.

En definitiva, olvida que vas a ver una película y siente cómo presencias la formación de un disco tan peculiar como la vida misma. Creo que tendré que volver al cine a ver la peli… si es que no me paso el tiempo cantando…

lunes, 4 de agosto de 2014

Crónica: A los pies de Malú en Tenerife #TourSí

Hace unos días Malú dio un espectáculo impresionante de luz y sonido en Tenerife y me he visto obligado a hacer que protagonice la primera crónica de un concierto en este blog.
El Tour Sí ya venía con el sello del éxito de la península habiendo llenado varias veces el Palacio de los Deportes de Madrid y teniendo todavía una cita pendiente en este mismo recinto para después de verano, pero no quise leer mucho sobre la gira antes de vivirla en primera persona.
A pesar de la tentación, no había visto ninguno de los vídeos de los últimos directos de Malú en internet para que fuera ella la que me sorprendiera con su show en Arona. Ahora, después de haberme dejado las cuerdas vocales en ese concierto, no puedo parar de pulsar el botón de “replay” en YouTube en sus actuaciones más inolvidables.
Durante una hora y media Malú cautivó a las miles de personas allí presentes. Escuchar como todo el público coreaba absolutamente todas las canciones que nos regaló me confirmó que no estaba en un concierto cualquiera. Generalmente soy de los pocos frikis que van a un concierto con todas las canciones aprendidas de los discos más nuevos y con un máster en los clásicos, pero esta vez la voz de los asistentes se hizo sonar en todas y cada una de las canciones de que escuchamos en aquel campo de fútbol, incluso aquellas que no han sido singles aún. Una experiencia mágica que me hizo redescubrir canciones de la artista (típica sensación de sentir que no aprecias al 100% una canción hasta que no la escuchas en directo). Si me tengo que quedar con un momento de esta primera hora y media, me dejaría arrastrar al recuerdo de la interpretación de “El Apagón”. Esta canción perteneciente al álbum Guerra Fría ya era de mis favoritas por la fórmula de pop eficaz que seguía, pero cuando me vi entre tanta gente cantándola en voz alta y esperando a que todas las luces se apagaran al gritar el título de la misma, me rendí ante una Malú soberbia que rompió todas mis expectativas y las rebasó hasta el cielo.
Como he dicho, tras la primera hora y media nos amenazó con una despedida. Evidentemente queríamos más y yo me aventuré a decirle a mi acompañante que aún teníamos que escuchar los exitazos de “Aprendiz” y “Blanco y Negro” (aunque para mis adentros pensaba “y ojalá que cante ‘No Voy a Cambiar’, ‘Toda’, ‘Diles’ o ‘Ángel Caído’…”). Me contestó que no creía que “Aprendiz” fuera una de las elegidas y yo tuve que contener una carcajada. ¿El buque insignia de su carrera se iba a quedar fuera de la mejor gira de su trayectoria? Malú no me dejó con la duda durante mucho tiempo más. Me mató. El público la pidió de vuelta y se sentó acompañada solo del piano para cantarnos su primer gran éxito como nunca antes lo habíamos escuchado. No fui capaz de cantarla en voz alta o corearla, solo movía los labios sin emitir sonido mientras me dejaba abrazar por aquella versión de un clásico que culminó con una exhibición vocal que solo está a la altura de grandes divas de la música como ella. A día de hoy no he parado de ver y escuchar este vídeo de la misma canción interpretada en Madrid, pensando que fui de los afortunados a los que se les rayaron los ojos al presenciar esa actuación a escasos metros de distancia.
Después de eso Malú cumplió mis deseos y cantó varias de las canciones que echaba en falta (aunque se atrevió a despedirse una vez más sin cantar ‘Blanco y Negro’, haciendo que la organización encendiera las luces del campo de fútbol y que todos pidiéramos a gritos la canción bandera de la noche). Una espera pactada de la que Malú regresó para dejar que el público interpretara en solitario prácticamente la primera mitad de la canción, como si fuera ella la que venía a vernos a nosotros. La interpretación anunciaba el inminente final de la noche. Con un último clásico de sus inicios nos dio el adiós definitivo, prometiendo volver a visitarnos pronto.

Me siento un traidor eligiendo solo estas canciones de las más de veinte que tuve el placer de escuchar, ya que ninguna se merece este desplante de no ser mencionada, pero espero que todo aquel que lea esto tenga la posibilidad de vivir un concierto aunque solo sea la mitad de intenso que el que yo he vivido con Malú. Grande.